El paradigma del empleado ideal del trabajo del futuro​

"El primer paso es institucionalizar el tele-trabajo".

Esta es una de las frases de la escritora; abogada y educadora Joan C. Williams. Durante gran parte de su vida profesional; Williams ha estudiado las implicaciones que existen entre el trabajo tradicional (e.g. de 9am a 5pm); trabajo de cuello blanco y cuello azul (por sus traducciones en inglés); luchando por la equidad de género en el trabajo; y evidenciado aún más por la pandemia global: el tele-trabajo y sus efectos en el trabajo del futuro.

Las diferencias con economías emergentes

En Colombia y otros países con economías emergentes; estas implicaciones varían sustancialmente por que dejan de lado la idiosincrasia que nosotros como latinoamericanos tenemos; las circunstancias que acobijan el trabajador común; y las expectativas de multinacionales. Menciono multinacionales porque en la mayoría de los casos; estas llevan la batuta en cuanto a prácticas laborales y estatutos de trabajo; el resto de Mipymes y startups procuran acoplarse a estas reglamentaciones o adoptar estas prácticas.

Primero; algunos hechos (por ahora; de Colombia; obtenido de El Tiempo y Portafolio):

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La conectividad es un privilegio urbano: 9 de los 10 municipios con mejor conectividad en Colombia son vecinos de Bogotá y Medellín

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Fuera de Bogotá; 96% de los municipios tienen dificultades implementando clases virtuales (menos de la mitad de estudiantes de 5° a 11° tienen computador e internet en su hogar)

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Con lo anterior en mente; en julio de 2020; 65;6% de las ofertas laborales se encontraban en Bogotá; Antioquia y Valle del Cauca (claro; por que son de los pocos lugares donde hay internet)

La lista continúa y la problemática se agudiza: ¿Cómo hablamos del futuro del trabajo si estamos construyendo soluciones exclusivamente para una audiencia prácticamente urbana; con connotaciones corporativas de economías avanzadas?

Cuando un problema común de la fuerza laboral en una economía avanzada es escoger un escritorio para el home office; el problema en una economía emergente es trepar un árbol para conectarse a clases virtuales aa.com.tr

Por ejemplo; muchos llaman al futuro-del-trabajo como el semillero de las industrias 4.0; donde la inteligencia artificial; blockchain; y otros buzzwords ocupan el léxico de quienes hablan día a día sobre el tema. Y aunque es evidente que debemos salirnos de esa falacia Ludita en la que la tecnología no es va a incrementar el desempleo; Aún cuando estas innovaciones tecnológicas si impactan la forma en la que trabajamos; el paradigma del trabajador del futuro no se basa exclusivamente en la adopción de estas tecnologías. Va mucho más allá de esto y se basa en temas fundamentales – y básicos – como:

Lo anterior es apenas la punta del iceberg. El punto principal es entender que el concepto de Foucault y Deleuze sobre sociedades de disciplina y control sigue prácticamente igual que hace un siglo. Sin querer entrar en filosofía; debo contextualizar con este fragmento escrito por Gilles Deleuze que lo ilustra perfectamente:

En las sociedades disciplinarias siempre se volvía a empezar (de la escuela al cuartel; del cuartel a la fábrica); mientras que en las sociedades de control uno nunca acaba con nada: la corporación; el sistema educativo; las fuerzas armadas son estados meta-estables. Coexistiendo en una y la misma modulación; como un sistema universal de deformación. Gilles Deleuze

Ideas para construir un trabajo del futuro óptimo; resiliente y sostenible


Con lo anterior; el propósito que tenemos como sociedad especialmente durante esta coyuntura y poder romper con ese paradigma; no es cómo inyectamos inteligencia artificial a absolutamente todo lo que se nos ocurre construir; o implementar machine learning a bases de datos interminables para lograr optimizar por 0.1% un proceso operativo en un warehouse de Amazon.

Para hablar del trabajo del futuro lo que debemos hacer es entender bien la idiosincrasia que nuestra realidad latinoamericana necesita; desde cosas básicas para equipar al trabajador del futuro (…o del presente) con herramientas que les permitan crear; construir; y avanzar profesionalmente sin menospreciar la escalabilidad que la tecnología nos ofrece. Por ejemplo:

  • Bancarización y herramientas Fintech para empoderar a todos los territorios del país (soluciones como Cajero pueden aliviar esto). Esto cobra aún más importancia al comenzar a hacer pagos sin contacto. ¿No es absurdo que la población de 18 a 25 años; el rango de edad más productivo; es la menos atendida por el sector financiero (apenas el 57;2% cuenta con algún producto financiero)?
  • Conectividad nacional por medio de alianzas corporativas y organizaciones regionales y locales. Por ejemplo; el enfoque en implementar tecnologías satelitales en lugar de fibra óptica que no tienen límites geográficos ni técnicos.
  • Democratización de acceso a oportunidades laborales con entendimiento de habilidades específicas. Si entendemos que el trabajo del futuro no es simplemente la idea de un empleado de una corporación quien ahora trabaja remotamente; sino la construcción de un ecosistema más democratizado en el cual las habilidades de cada persona son cuantificables y horizontales; de tal forma que puedan entrar al mercado laboral más rápidamente; confío en que el empleado ideal no será aturdido por las presiones de otras dinámicas laborales; sino que tendrá un abanico de posibilidades para sentirse empoderado y tomar su profesión por las riendas.



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